Not known Facts About viera vidente

Rimbaud aparece entonces revestido con los atributos del pecador de Machen. Su ambición manifiesta es “tomar el cielo por asalto” utilizando las sendas prohibidas. Los que han visto en Rimbaud sólo un poeta, un decadente, un vicioso o un artista bohemio, se han equivocado totalmente. Sus aberraciones y sus posturas arbitrarias obedecen a un sistema meditado y puesto en práctica con increíble decisión.

Gerardo ha expresado como ninguno esa estética de las analogías que más tarde postulará Baudelaire, esa identidad de esencia entre la conciencia del hombre y la conciencia del cosmos, experimentando el universo como una sentida presencia.

Little question about it, Bavaria’s one heck of a beauty, crammed with many of the photogenic points of interest that evoke Germany in an instant: time-warp castles with pencil towers; lakes of transparent Alpine clarity; extravagant properties in ornate and swirly Baroque fashion; massive tankards of foaming ale within the Oktoberfest – Munich’s Pageant of beer – and people half-timbered properties straight away from Hansel and Gretel.

El hombre debe transformarse, de lo contrario la revolución y el progreso serán la continuidad modificada de un estado de confusión y de caos. Debe comprender que la evolución inside es posible y que existe un significado más allá y por encima del significado corriente de la vida.

Paul Arnold, que adjudica a Baudelaire una concepción palingenésica basándose en la falta de una idea concreta del poeta sobre la redención, interpreta la hiperlucidez en el mal, como la posición espiritual elegida para evitar la corrupción del alma que tiende a aliarse más intensamente a la materia. Esta tesis,6 que puede apoyarse analizando algunos poemas de las Fleurs, ha sido desestimada por Crépet que sospecha simplemente una influencia de Nerval. Lo innegable es que a través de muchos poemas –recuérdese la Invitation au voyage de los Petits poèmes en prose– Baudelaire culmina el proceso de su hiperlucidez y convierte su postulación hacia Satán, es decir hacia lo múltiple, en impulso hacia Dios o la Unidad primigenia.

Agoglia y Guillermo A. Maci. En la misma revista salían a la luz dos valiosos trabajos que despertaban vivamente en mí el interés ocasional: “Ciencia e historia de las religiones” de Armando Asti Vera y “La unidad cósmica y el sueño en la poética de Nerval” de Eduardo A. Azcuy.

Estos interrogantes nos acercan a otro aspecto de la vida mística del autor de Les Chimères. El hombre que crea, que sueña o que alcanza estados de conciencia más sutiles, intuye que la mente, trascendiendo el razonamiento y los sentidos ordinarios, puede enfrentarse a una realidad de índole desconocida. Esa experiencia very important se logra merced a progresiones intrapsíquicas que superando diversos niveles acceden más allá de las apariencias y de las formas, a un plano en que se extinguen el espacio y el tiempo. En el hombre vive inmanentemente la posibilidad de realizar esa aprehensión de lo absoluto, que brota ante las grandes conmociones del espíritu, en la exaltación creadora o en la plenitud del amor.

El demiurgo desplaza al poeta. La aventura espiritual ha superado en mucho las fronteras de la literatura y Rimbaud parte en busca del Graal, el conocimiento perfecto, el vaso sagrado, con el ardiente anhelo de gustar “el brebaje de la inmortalidad”. En un sentido amplio, sus apetencias son las del gnosticismo que antepone el conocimiento a la fe y pretende retornar a la fuente primera desarrollando hasta la iluminación las facultades ocultas del hombre.

Esa subestructura no física de la mente que cumple funciones reguladoras intencionales, ha comenzado a ser reconocida por la ciencia. El medical professional Joseph B. Rhine de la Universidad de Duke, afirma que ha llegado el momento de admitir científicamente que psi pertenece a un nivel no fileísico de la realidad y estima que se trata de un variable inobservable cuya existencia sólo puede verificarse a través de efectos observables.

El volumen que el lector tiene entre sus manos se compone en su edición first de ocho capítulos con sus respectivas notas bibliográficas, a los cuales fueron agregados dos más en la segunda edición, tal como figuran en la presente.

Hemos intentado glosar al creador y la obra en una época no tan lejana de claros y de sombras, pero es necesario –a modo de colofón– decir unas palabras, aunque sean arriesgadas, acerca del arte poética de Eduardo Azcuy, según se desprende de su trabajo como poeta, como teórico y crítico de los poetas ocultistas examinados en su extraordinario libro, que ahora se reedita por compulsión de los tiempos maduros.

Para el poeta, como para el ocultista, lo esencial consiste en obtener un nivel de conciencia donde no rijan los opuestos y pueda experimentarse el universo enlazado por las correspondencias. Esta aprehensión permite situarse en un punto interior de perspectiva única, desde donde la gestión poética y la gestión ocultista parecen singularmente idénticas. El mundo smart, que nos revela el ejercicio ordinary de los sentidos y que la ciencia se esfuerza por tornar inteligible no es más que un aspecto del mundo.

Las imágenes y los símbolos del inconsciente proyectan sus sombras en un universo total; el universo viviente de la tradición ocultista que el romanticismo recreará, Get More Information exaltando los mitos del inconsciente, del alma del mundo, de la unidad universal y de las correspondencias invisibles.

La experiencia transformadora es fundamentalmente la misma en todas partes. Como dice Rodol­fo Otto es la “realidad de la profunda unidad del espíritu­ humano”, pero la capacidad de progresión del sujeto­ al avanzar en los distintos niveles de la psique determina matices bien diferenciados.

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